Para que tus semillas germinen y crezcan, es importante regarlas bien antes de que llegue el frío, según el ciclo del agua, cuando este pasa a solido, puede congelar tus planta.
Regar las semillas a una temperatura inferior a la de congelación puede ayudar a que tus semillas empiecen a crecer perfectamente.
Sin embargo, no hay que excederse, solo es necesario regarlas lo suficiente.
Hacer esto antes de que llegue el frío te ayudará a conseguir que tus plantas estén en un estado saludable para el crecimiento.
¿Cómo regar las semillas?
A pesar de que puedes regar las semillas en cualquier momento del año, es mejor hacerlo a principios del verano.
En esta época el tiempo es más cálido y el agua está más fría. Para esto, solo es necesario verter un cuarto de agua por cada kilo de semillas en una maceta o recipiente, cubrir las plantas con tierra y sacar la maceta o el recipiente al exterior para regar.
Si utilizas un pulverizador manual, rocía las plantas regularmente con agua fría para mantenerlas sanas.
¿Por qué es bueno remojar las semillas?
Sumergir las semillas en agua fría durante una hora aproximadamente, ayudará a que germinen y crezcan.
Mantenlas sumergidas en agua fría durante al menos 12 horas antes de plantarlas.
Al remojarlas, asegúrate de hacerlo en un lugar oscuro y alejado de la luz solar directa o de fuentes de calor.
¿Cómo plantar satisfactoriamente las semillas?
Para plantar las semillas es necesario que la tierra sea de buena calidad y tenga mucha humedad, dos condiciones que necesitarás cuando llegue el frío.
- Para obtener los mejores resultados, siembra las semillas a finales del invierno o principios de la primavera, antes de que haga demasiado calor en el exterior.
- Siembra sólo la mitad del número de semillas por paquete en una capa uniforme sobre una buena tierra. Evita sembrar demasiadas porque podrían no germinar correctamente y producir plantas inservibles.
- El riego debe detenerse después de unas dos semanas durante el periodo de latencia. Si hay algún signo de sequedad (hojas llamativas sin movimiento), apague el sistema de riego y deje que la tierra descanse durante una o dos horas antes de volver a sembrar.
- Mantén tus semillas húmedas manteniéndolas cubiertas mientras crecen; una vez que alcancen la madurez se auto-regarán de forma natural sin necesidad de más riego.
- Si ves que tus plántulas han dejado de crecer después de haberlas regado con regularidad, prueba a trasladarlas a otro lugar hasta que reanuden su crecimiento (esto suele ocurrir a los 10-12 días de haberlas trasladado a su ubicación original).
- Asegúrate de utilizar una manguera de agua que tenga una boquilla para poder controlar fácilmente el flujo de agua. Si no tienes una boquilla, prueba a utilizar un palillo u otro objeto puntiagudo para hacer caer gotas de agua sobre las semillas.
El riego de las semillas es un paso fundamental en el cultivo de plantas. Si sigues estos consejos, conseguirás regar tus semillas con éxito.
Ten en cuenta que es importante mantener las plántulas calientes durante el riego para que crezcan más rápido.