Somos parte de la solución y la ayuda a los problemas cotidianos. Y eso nos hace aprender sobre diversas formas de ser útiles para nosotros y el entorno. El cultivo de semillas de alcaravea es parte de la infinidad de aportes que podemos brindar y brindarnos.

Si bien son la ciencia médica y sus procedimientos los que han de regir, el uso de coadyuvantes funge como fortalecedor alterno, atenuante de tratamientos muy fuertes, regenerador y pacificador, entre otras virtudes.

Y las semillas de alcaravea son parte de esa ayuda adicional que podemos brindarle a nuestro organismo, así como hacemos con infinidad de plantas que podemos cultivar en nuestros hogares, cultivos comunales o terrenos, para uso personal, social o venta.

Por igual sus propiedades alternativas para industrias como la del perfume, creación de productos de limpieza y además el “charme” adicional a nuestras comidas.

Es pues un honor dar detalles sobre tan valiosa umbelífera y así propulsar en nuestros lectores su uso, como un refuerzo vital, que brota de nuestro empeño.

Conociendo a las semillas de alcaravea

El nombre científico de las semillas de alcaravea es Carum carvi, que se da de manera bianual o plurianual y que logra medir casi entre 80cm y un metro de alto.

Tiende a crear confusión entre las personas novatas, ya que su parte superior asimila a la de la zanahoria, sus semillas asemejan al comino y su aroma es similar al del anís.

De hecho, es conocido como el comino de los prados o el otro anís. Pero ese hecho no implica que sean esos sus fines.

Por ende es muy importante identificarlo en caso de que otras personas tengan acceso a su huerto o jardín, para evitar un desplante o daños a su cosecha.

Esta planta puede dar flores blancas y/o rosadas en los períodos de verano. El fruto es largo, sin pelos y estrecho, lo que ayuda a diferenciarle.

Forma de siembra de las semillas de alcaravea

Un leve puñado de semillas (4 a 6, máximo), en cada agujero de unos 10cm de profundidad, para estabilidad. Riego suave a diario para mantener hidratado.

Ya que ésta no tiene un real soporte a los trasplantes, debe sembrarse directamente en el lugar donde hará vida.

Es de esta forma que a lo largo de su vida se podrá hacer aprovechamiento ideal de sus dos potenciales: las semillas y las raíces.

Procure dejar una distancia mínima de 20cm entre cada planta, para que las mismas no hagan osmosis y se roben nutrientes.

Las semillas de alcaravea tienden a propagarse por sí mismas y hacer crecer nuevos brotes. Procure tener control de ello y el número de plantas que colocó en cada abertura en la tierra.

Se debe procurar su siembra en la época de primavera u otoño, para llevar los tiempos coordinados y den su floración y frutos en los tiempos veraniegos.

De 15 a 20 días luego de la siembra, los brotes de semillas de alcaravea surgirán. La floración tendrá lugar aproximadamente a finales de mayo del segundo año.

Los primeros frutos se podrán observar a mediados de julio, notorios por tomar un color pardo/oscuro.

Forma de recoger las semillas

Al madurar las semillas se deben cortar las plantas al ras del suelo y colgarse en ramitos en un lugar seco y ventilado para luego, recoger las semillas que por sí mismas, caen.

Las mismas se pueden guardar en un frasco seco con una mota de algodón al fondo. Evite la humedad o comenzarán a germinar.

El cultivo de semillas de alcaravea se lleva un promedio de 2 años.

Cuando la planta tiene ya unos 10cm de alto, las necesidades de riego sólo son mayores si ha recibido luz solar intensa por más de 4 días. Allí se hace valioso regarla hasta que el clima sea menos denso.

Extrañamente, para darse en tiempo de verano, le gusta el clima fresco. Por ello la planta como silvestre, no es rendidora, pero sí lo es bajo una buena supervisión humana.

Cuidado de las semillas de alcaravea

Ya desde sus primeros brotes, como la semilla en sí, la misma es muy aromática y eso seduce a humanos como animales.

De forma externa, es apetecida por ratones, conejos y varios tipos de roedores. Los gatos las escarban para usarlas como trampas para los anteriores.

Por dentro, es atacada por larvas de algunos lepidópteros y coleópteros. Por ello es bien necesario adquirir herbicidas naturales o industriales y seguir las indicaciones de uso.

Una de las más apetecibles plantas aromáticas

Así como atrae a roedores y otros animales que le son peligrosos, atrae al ser humano que le usa con conciencia y en pro del beneficio.

En la industria de la perfumería resulta un refuerzo idóneo para esencias especialmente femeninas.

La industria de la alimentación le utiliza para dar y/o resaltar el gusto del pan, algunos tipos de quesos (daneses o alemanes principalmente) y para algunos caramelos cítricos.

En la cocina del hogar se utiliza para dar más sabor o resaltarlo a alimentos como la col, las patatas, la zanahoria, el brócoli.

Es utilizada en la industria farmacéutica como base para la extracción de aceites esenciales, ya que las semillas de alcaravea son muy utilizadas como coadyuvantes en la curación de males estomacales.

De hecho, ya ha pasado en algunos casos de coadyuvante a principal gracias a los procesos químicos del sector farmacéutico que ha podo potenciar sus posibilidades.

Funge también como expectorante y mucolítico, de gran uso en versión pediátrica.

Como uso tópico, limpia y de desinfecta heridas, idóneo para la otitis y otros tratamientos dérmicos, incluso luego de quemaduras.

En el sector industrial y de la higiene, se le ha utilizado en dos maneras contrastantes pero muy efectivas.

La primera es como fungicida y desparasitador. De hecho, se sugiere adquirir el mismo para fumigar las plantas de alcaravea que usted tenga en su huerto.

Por otro lado, se usa para dar aroma a jabones, perfumes, desinfectantes, siendo igualada con las semillas de lavanda como uno de los aromas más buscados y especiales. En la aromaterapia ambos están a la cabeza de uso.

De hecho, la lavanda funge como plaguicida, aromatizante de licores y platillos, además de uso para la medicina tradicional (bronquitis, mareos) y relajante como la alcaravea; la siembra de ambas no difiere.

Las semillas de alcaravea como parte de tradiciones

La siembra de semillas de alcaravea en los huertos familiares se basa en el uso de sus frutos para resaltar la preparación de platillos caseros, entre ellos el sazonar carnes grasas o guisados a base de tomates.

También por poder mezclarse con aceites que pasan a macerarse y luego fungen como curador de heridas, queloides, quemaduras leves, insolación.

Por ser rica en caryona, se utiliza para hacer infusiones y/o lavativas que ayudan a los niños a expulsar parásitos y aliviar indigestiones.

Esas mismas infusiones ayudan a las madres en lactancia a estimular su secreción láctea en pro del bebé.

En los países asiáticos y algunos del medio oriente es utilizado en la preparación del curry.