Antes de hablar de las semillas de rosas y cultivar esta hermosa flor debes tomar en cuenta:

Las rosas son, de las flores, las más famosas en el mundo. Crear un cultivo doméstico propio tiene sus beneficios. No solamente son hermosas a la vista y embellecerán tu hogar en cualquier espacio que la ubiques (patio, terraza, jardín o balcón). También tendrás a tu alcance un romántico detalle para una persona especial.

La especie Rosa abarca más de 200 tipos oriundas del hemisferio norte. A ciencia cierta, se desconoce la cantidad exacta de las especies habidas a causa de la infinidad de tipos de rosas hibridas. Aproximadamente existen 40.000 especies distintas. Hoy en día, las rosas para comerciar suelen ser especies hibridas de rosas ya extintas

 

Cultivo de las semillas de rosas

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Al cultivar semillas de rosas debes tomar en cuenta factores como la paciencia. El cultivo de rosas a través de semillas no es la manera más rápida para la reproducción de estas flores decorativas. No obstante, el esfuerzo jamás será en vano. El cuidado del crecimiento de una rosa es algo especial que alegra la vista y llena el corazón.

Asimismo, debes saber que al plantar rosas bajo el sistema de sembrado es muy probable que las flores que germinen no sean similares a las que tenías en semillas. Esto se debe a que la rosa es una flor que, en la mayoría de los casos no conserva las cualidades de su planta de origen.

La nueva flor puede formarse y dar menos flores que otras o ser más débil. Si quieres producir rosas de un mismo tipo o que sean iguales, necesitarás aplicar otras técnicas. Por ejemplo: Acodo, Injerto o Esqueje.

A través de las semillas se obtienen patrones y especies de rosas, incluso nuevas especies experimentales de rosas. Se recomienda que la procedencia de las semillas no sean de jardines. De este modo se previene que la semilla traiga impurezas.

El paso principal antes de iniciar a la siembra de semillas de rosas es elegir la especie de rosa gustes producir. Existen una media de cien tipos diferentes para sembrar. Al seleccionar la semilla debes conocer las características de la planta, el ambiente y las condiciones climáticas óptimas para que la rosa crezca.

En el caso del clima, puedes investigar de dónde proviene la especie elegida, cómo se desenvuelve en tu región, así como las zonas donde les gusta crecer.

Para el entorno se toma en cuenta qué tanto pueda crecer la flor seleccionada.

Recolección de semillas de rosas

Lo primero por hacer es adquirir un escaramujo madurado de rosal. Fácilmente se identifica por su matiz rojizo. Algunos tipos de escaramujos adquieren un tono más oscuro y purpura o algo más aclarado, de un toque naranja. Se extraen los escaramujos en su periodo de madurez.

Si lo haces después, el escaramujo se secará y las semillas perderán su capacidad. Las rosas producen su fruto normalmente en épocas de otoño. La temporada perfecta para reproducir un rosal.

Ya extraído el escaramujo maduro, procede a recoger las semillas en su interior. Límpialas bien removiendo toda pulpa y pelusa. Remójalas por una noche, no más de un día.

Una opción para que las semillas se mantengan puras es aplicarle un anti hongos al agua para prevenir que se produzca moho en la planta. Sin embargo, siempre existirá una cantidad de moho. La intención de esto es que se produzca al mínimo.

El remojar las semillas te permite ahorrar tiempo para que la semilla germine. Es el método recomendado para que la planta crezca más rápido, a pesar de ello, no es preciso hacerlo.

Muchas personas que germinan semillas manifiestan que, si las semillas flotan en el agua se debe a que son infértiles. Sin embargo, este caso no aplica para las semillas de rosas. Lo normal es que naden sobre el agua. Así también es algo normal si algunas de las semillas de rosas no germinan.

Germinando semillas de rosas

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Las semillas de rosas requieren de un sistema de estratificación para que se cumpla su germinación. Naturalmente, se da al iniciar el invierno. Esto se debe a que las semillas de rosas necesitan rodearse de un ambiente helado para desarrollarse mejor.

Un método fiable para germinar las semillas es depositarlas en un recipiente con turba o una bolsa, fibra de coco o sustrato, cada uno sutilmente humedecido. Deja reposar el recipiente o cuenco en la nevera por una media de 3 a 4 semanas. Dependiendo del tipo de semillas pueden tardar hasta 16 semanas para germinar, y otras, no importa cuánto tiempo pase, no germinan.

Revisa periódicamente en la semana que el cuenco se mantenga humedecido. Asimismo, observa si algún brote está naciendo.

En caso de que hayas comprado las semillas, debes revisar si ya pasaron por el proceso de germinado. De ser así, omite este paso y procede a plantarlas.

Plantar semillas de rosas

Ya germinadas las semillas, estarán en su momento perfecto para plantarlas. Transplanta la semilla hacia una bandeja de alveolos o a un semillero. Si compraste semillas listas para plantar, entonces deberás trasplantarlas una vez salga el brote.

Usa una tierra que sea de mejor drenaje, de este modo mantienes una buena circulación del agua y los brotes no se pudrirán. Procura que los brotes siempre deben apunten hacia abajo.

Al plantar las semillas de rosas debes mantener un margen de 6 milímetros hacia abajo, tratando en la medida posible de conservar una medida de 5cm como mínimo de una semilla a otra. Si estas condiciones se cumplen, al pasar la primera semana podrás observar los brotes emergiendo sobre la tierra.

Un aspecto importante que debes saber es que las plantas de rosas deben mantener un suelo húmedo en todo momento. Puedes implementar un acolchado o un mantillo, pero siempre tomando en cuenta que no debes regar el suelo con mucha agua y sembrar la planta en suelos con buen drenaje de agua.

Asimismo, las rosas necesitan alimentarse de luz solar (preferiblemente de la mañana) por seis horas al día para que los brotes crezcan fuertes y sanos. La temperatura recomendada para una rosa va entre los 15° y 25° C.

Trasplante de vástago

Al ver que a tu brote le han crecido algunas hojas (siempre verificando que sean hojas autenticas y no vástagos), o que la raíz del brote está creciendo a un tamaño donde no le queda espacio será el momento de trasplantar el brote. El mejor momento para plantar las semillas de rosas es al final del invierno y principios de la primavera.

Al trasplantar, debes humedecer el vástago, ubicándolo en un hoyo donde tenga bastante espacio para que sus raíces crezcan. Siempre usando tierra con buen drenaje de agua para la planta. Terminado el trasplante, rocía la planta con abundante agua.

Luego que los vástagos estén curados del trasplante, continúa dándole los cuidados habituales a la rosa.

Recomendaciones para el cuidado de un rosal

Es bien sabido que las rosas son flores delicadas que requieren de un cuidado exhaustivo. Por lo tanto, te aconsejamos lo siguiente:

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