Las semillas de tabaco son los frutos que se dan tras la floración de las plantas de tabaco y aunque no se usan para el procesamiento del tabaco que es comercializado y consumido mundialmente; estas son muy importantes ya que su germinación da origen a esta planta tan conocida desde hace mucho tiempo.
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Origen de las Semillas de Tabaco
Según diversos estudios realizados por expertos de la botánica y la historia, se ha logrado establecer que el territorio centro de origen de las semillas de tabaco fue la zona comprendida entre Ecuador y Perú. Se presume que los cultivos de estas se dieron hace más de 3000 años en dichas zonas y que con el transcurrir del tiempo se fue propagando su popularidad y uso a diferentes sitios como las Islas Antillas.
En las épocas históricas las hojas de tabaco no solo se fumaban, pues en aquel entonces se masticaban, inhalaban, se bebían y se empleaban como agentes medicinales. También era ofrecido a los Dioses en algunas culturas indígenas como ofrenda.
Tras producirse la llegada de los Españoles al territorio Americano, aquellos hombres conocieron la costumbre de los nativos de utilizar esta planta en forma de hojas secas, envueltas en otra hoja que se enrollaba y se encendía por un extremo para luego absorber el humo por el otro extremo. Unos años más tardes los colonizadores tuvieron especial interés por los efectos narcóticos que tenía la planta, por lo que se dispusieron a crear sus propios cultivos utilizando los conocimientos y métodos que tenían los indígenas.
Debido a una serie de situaciones los Europeos se dieron cuenta de las propiedades curativas que tenía la planta de tabaco por lo que se dieron a la tarea de poco a poco darla a conocer a sus parientes para que la emplean como tratamiento a diversas afecciones de salud.
Cabe destacar que muchos años más tarde se produjo una controversia sobre las supuestas propiedades medicinales del tabaco, ya que algunos estudios realizados en el siglo XX determinaron que el lugar de ser beneficioso, más bien provocaba daños nocivos para la salud.
Descripción de las semillas de tabaco
Las semillas de tabaco son muy pequeñas y apenas pueden llegar a tener un peso de aproximadamente 0,08 mg. Presentan un color castaño oscuro y con una forma ovoide o arriñonada.
Estas se caracterizan por ser una parte de la planta que no contiene nicotina en su composición química y su maduración generalmente se produce a los 21 días después de la floración de la planta.
Estructura interna de las semillas de tabaco
En el interior las semillas de tabaco constan de un embrión que se encuentra rodeado por 5 capas celulares ricas en lípidos y proteínas que hacen parte del endospermo. La capa exterior de las mismas es una estructura que se forma por la unión de células muertas cutinizadas. En uno de los extremos tienen la radícula, lugar por donde sale esta cuando se produce la germinación.
Germinación de las semillas de tabaco
Un cultivo exitoso de tabaco se define por la correcta germinación de las semillas; es por esto que se debe realizar este proceso de manera adecuada para obtener resultados satisfactorios.
El proceso de germinación se desencadena gracias a una actividad enzimática producida por una inhibición del agua y aumento de la respiración celular; lo que se traduce como un crecimiento del embrión que ocasiona la salida de la radícula a la superficie de la semilla.
Temperatura
Un rango de temperatura óptimo regula el proceso de germinación de manera perfecta. Para este proceso algunas semillas requieren de una medida que se mantenga entre los 18° a 23°C. Si se produce una disminución o aumento de esta, es probable que el embrión no se desarrolle a la velocidad que debería.
Luminosidad
Algunas variedades de semillas requieren de un aporte de luz solar para poder germinar; sin embargo la mayoría no suelen requerir de este factor para acelerar el crecimiento de los embriones.
Humedad
La semilla durante su germinación requiere de condiciones que le permitan obtener una cantidad de agua necesaria para la activación de sus procesos enzimáticos; pero si la presencia de agua es excesiva, el embrión no podrá tomar el oxígeno pertinente para su desarrollo inicial.
Paso a paso para la germinación de semillas de tabaco
- Agregar en un recipiente o bandeja una capa de sustrato o tierra, con una mezcla de compost para germinado de semillas.
- Disponer de las semillas en la superficie de la tierra y agregarles agua suficiente pero que no produzca encharcamiento.
- Se cubre el recipiente elegido con una tapa o papel transparente con el fin de retener la humedad; en el caso de omitir este paso se debe rociar con agua diariamente para que el suelo esté siempre húmedo.
- Se debe destapar el envase al menos una vez al día por algunos minutos para que el aire del interior sea renovado.
- Una semana después se puede notar que algunas semillas están dejando ver ya sus radículas. Es normal si a otras les toma más tiempo en comenzar a germinar.
- Seis semanas después de iniciado el proceso ya sera posible realizar el trasplante de las plántulas.
Siembra del tabaco
Clima y suelo
Después de establecidas las plantas, estas necesitan de condiciones climáticas cálidas y secas para continuar con su óptimo desarrollo; pues una excesiva cantidad de agua dará como resultado plantas débiles y de mala calidad. La temperatura debe rondar siempre por los 20° o 30°C.
En cuanto al suelo para el cultivo, el tabaco presenta una gran ventaja en este aspecto. En condiciones normales suele producirse muy bien en casi cualquier tipo de tierra mientras que estas posean un drenaje óptimo.
Fertilizantes
Una de las cosas más importantes en cualquier cultivo es proporcionar a las plantas de los nutrientes que necesita para crecer. Para lograr esto se pueden usar los mismos fertilizante empleados para los tomates y patatas.
Poda
Cuando se produce la floración de las plantas es necesario aplicar una poda apical; esta consiste en cortar el brote terminal para que las demás hojas sean más gruesas y grandes.