Todos los que amamos el producto que de nuestros suelos emerge gracias a nuestro esfuerzo, dedicación y cariño como el que dedicamos a semilleros tomates sabemos que la recompensa es enorme.
Siempre surgirá de una inspiración actitudinal o de sueño y también para “suplir gustos”. Desde la ensalada familiar, pasando por la salsa casera. El complemento ideal para las pastas o para un sándwich, pizza, focaccia o hamburguesa.
El tomate nos ofrece nutrición, calidad buen gusto. Y el verle crecer a partir de un proceso natural iniciado por nosotros mismos es una emoción que levanta a lo más hidalgo de nuestro ser.
Adentrémonos pues a detalles pequeños pero valiosos del uso de semilleros tomates en el hogar, la escuela, el campo, en pro de impulsar la siembra de éste fruto manjar de los pueblos.
Las semillas y los semilleros tomates
Las semillas que provienen de las flores del tomate son autofecundas, lo que quiere decir que ellas mismas se valen para reproducirse.
Cada una de las semillas que colocaremos en los semilleros tomates se encuentran encerradas en una envoltura gelatinosa que las mantiene literalmente adormecidas.
Es el fenómeno que observamos apenas partimos un tomate fresco. De no ser así, las mismas semillas comenzarían a germinar dentro del mismo tomate y millones de kilos se perderían cada mes.
Al contrario de lo que es la siembra en campo, donde el mismo fruto se pudre, fermenta, quita esa gelatina y permite a las semillas surgir en la tierra, quienes usen los semilleros tomates deben hacerlo por sí mismos.
Este proceso de fermentación artificial es muy sencillo:
Primero, corte los tomates y extraiga las semillas y el jugo y viértalos en un recipiente. Añada agua extra para favorecer la fermentación.
No deje de realizar tal procedimiento, ya que el mismo ayuda a eliminar bacterias propias del tomate con la estimulación del agente Oospora lactis.
La fermentación varía según la temperatura ambiente, acelerándose en el calor del verano hasta realizarlo en 48 horas, tiempo máximo para la siguiente fase del procedimiento.
Procure no extenderlo más de allí, siempre vigilante, porque si la fermentación se hace antes podría perder las semillas de tomate ya que germinarían en un ambiente favorable para ellas pero no para las intenciones del sembrador.
Les recordamos que estas semillas son independientes a todo proceso, ergo, ellas solas se bastan para todo.
Obtención de la semilla
Al realizar todo el procedimiento anterior y la fermentación esté completa y visible, limpie las semillas pasándolas por un colador de malla fina, remuévalas con fuerza bajo la llave del agua.
Verá que los remanentes y las semillas descompuestas e inmaduras se irán con el agua y quedarán las semillas buenas. Las coloca en una gasa o tela de malla fina para que se ventilen y sequen.
No las seque en papel u otras telas porque se adhieren y puede dañarlas; tampoco las someta a fuentes de calor como el sol o uno no natural. Un ventilador bastará.
Separe con calma las semillas con los dedos. Guárdelas en frascos de vidrios. Puede tenerlas hasta 4 años guardadas, aunque algunas pueden germinar hasta 10 años después.
Pero como su gusto es tener sus frutos ya, lleve un puñado a su lugar calmo y prepárese para colocarla en sus semilleros tomates, en pro de una cosecha digna.
Siembra en los semilleros tomates
Ya sean caseros, ecológicos, de los adquiridos en tiendas online como Amazon, los semilleros tomates les darán el espacio, la profundidad, separación para llevar al éxito su proyecto.
Procure realizar la siembra en tiempo de sol y para cuando esté el clima a temperatura ambiente (ejemplo, clima primaveral); el tomate no se da en nieve, frío otoñal o lluvias.
Teniendo en cuenta ello, el procedimiento lo realizarán así:
Adecuación de los semilleros tomates
Si son caseros, produce realizar 3 perforaciones en la parte inferior para que salga el agua. Los ecológicos y demás a conseguir online o en tiendas ya vienen así listos.
Rellenar los semilleros
Con una cuchara a medida, rellene cada uno de los alveolos del semillero o recipiente que haya realizado o adquirido. Rellene con sustrato, abono o tierra hasta un 40% para luego colocar las semillas.
Nota adicional: Las semillas más pequeñas garantizan tomates más grandes.
Sembrar las semillas
Con ayuda de un objeto firme (un palito, etc.) haga un hoy en la tierra o sustrato de medio centímetro de profundidad. Allí colocará las semillas que ha tenido desde antes guardadas.
Lo más recomendable al usar semilleros tomates en casa es colocar máximo 3 semillas en cada uno de los espacios. Aclaramos que el 100% de las semillas no germina, pero con esta técnica se garantiza un alto porcentaje según el número de nichos.
Luego, rellene con tierra para que queden bien cubiertas.
Cuando su semilleros tomates esté lleno por completo, colóquelo en un lugar fresco que oscile entre los 15 a 22ºC, conocido como “temperatura ambiente” y que reciba luz solar.
Sugerencia: En una repisa ventana podría colocarlo sin problema alguno, allí recibirá luz solar por unas cuatro horas sea tarde o noche, dependerá de la posición de su hogar.
Riego de sus plantas de tomate
Antes de que aparezcan los brotes verdes, conviene hacer el riego con un spray o atomizador, para no ejercer una fuerza que mueva la tierra o sustrato o haga que las semillas se hundan.
Al aparecer los brotes de tomate (entre 5 a 11 días luego de la siembra, según factores), el riego podrá ser con la misma técnica.
Usar chorros con presión podría dañarlos y tendría que recomenzar la operación.
De los semilleros tomates a la tierra
Luego de salidos los brotes, podrá comenzar a hacer el riego con una botella con orificios o con una regadera, evitando mojar las hojas para detener la acción posible de hongos.
Dicha operación será cada 2 o 3 días, teniendo la seguridad de que la tierra esté algo húmeda o que haya agua en el fondo de la bandeja de sus semilleros tomates.
A los tres meses de la siembra, cuando no haya ni nevadas o lluvias torrenciales (según su tipo de clima), podrá sacar las plantas de los semilleros tomates y trasplantarlos en macetas o pequeño huerto predispuesto para ello.
Si la planta crece muy rápido (independencia del tomate, repetimos), puede ir trasplantando a recipientes un poco más grande a las plantas que rebasen a sus semilleros tomates.
Y si el tiempo le da, vuelva a sembrar: doble producción en un buen lapso de tiempo.
Considere bien el PH del suelo, que no existan hierbas dañinas, evitar el acceso de animales, tener buenas varas para que el tomate se enrede en los mismos y la planta se soporte.
Con dedicación, empeño y mucho corazón, observará que este proceso que va desde la preparación de la semilla, el uso de los semilleros tomates, el crecimiento y trasplante lo único que podrá traer es éxito, beneplácito y gustosos frutos para comer y compartir a gusto.